lunes, 22 de marzo de 2010

CARTAGENA/ Cala Reona, bajo la lupa del experto

Cinco especialistas de la Región en distintos ámbitos analizan el plan de Cartagena para urbanizar esta playa 22.03.10 - 00:46 - JOSÉ ALBERTO GONZÁLEZ jagonzalez@laverdad.es CARTAGENA. Los planes del Ayuntamiento de Cartagena de recalificar unas 60 hectáreas de terreno en Cala Reona para permitir la urbanización de esta última playa virgen entre el Parque Regional de Calblanque y Cabo de Palos han generado un intensa polémica política y ciudadana en las últimas tres semanas. El pasado lunes, el Pleno municipal aprobó en solitario el nuevo Plan General Urbano, que incluye ese cambio de uso del suelo para uso turístico. Lo hizo con el voto favorable sólo del PP. Dos días después, también los populares respaldaron en solitario la medida en la Asamblea y rechazaron las peticiones de PSOE e IUde instar a la Comunidad a que tumbe la iniciativa. Esta semana volverá a haber revuelo. El diputado de IU, José Antonio Pujante, preguntará al presidente Valcárcel en la Asamblea «si piensa seguir con el paraje de Cala Reona igual criterio que con Lo Poyo para garantizar la protección del mismo». Y con el idéntico propósito el PSOE ha pedido la comparecencia del consejero Cerdá en el Parlamento autonómico. La Comunidad y la Demarcación de Costas deben revisar el Plan General y pueden modificar lo. Pero la denuncia de la asociación ecologista Anse (que ha organizado para esta mañana una marcha de protesta en Cala Reona) sobre la posible construcción de hasta mil viviendas en un área hasta ahora protegida sigue levantando ampollas. Ante este panorama, 'La Verdad' ha pulsado la opinión de cinco especialistas de distintos ámbitos de la Región para conocer las posibles consecuencias ambientales, económicas o turísticas de urbanizar la zona. Uno de los argumentos empleados por el Gobierno de Pilar Barreiro es que el municipio es turístico, y como otros, tiene derecho a cabo un desarrollo comedido y de calidad en la costa. Asegura que se trata de un interés legítimo y que no se plantea un modelo de «urbanismo salvaje», como en ayuntamientos gobernado por el PSOE, como Los Alcázares. ¿Es necesario construir una urbanización en esa cala para atraer a turistas? ¿Sería efectivo? Para el presidente de la Asociación de Empresarios de la Hostelería y Alojamientos Turísticos de la Costa Cálida (Hostetur), José María Cano, lo que se plantea en Cala Reona es un turismo residencial o de segunda vivienda, y no un turismo puro que genere empleo y riqueza. «Mucha gente confunde el turismo residencial con el turismo en sí, que lleva asociado habilitar camas en hoteles, cámpings o apartahoteles. Por tanto, lo que ha previsto el Ayuntamiento es un desarrollo urbanístico en la costa», explica Cano. A su juicio, al margen de los aspectos legales no es oportuno plantear esta urbanización porque en el municipio «hay suficiente suelo para ese uso residencial en los próximos 15 años». «Por ejemplo, está el proyecto de Novo Carthago, donde construir y vender las 10.000 casas previstas ocupará por lo menos 15 años. Y hay previstos más desarrollos al lado del Mar Menor», reflexiona el presidente de Hostetur. Tras destacar que el turismo de hoteles y establecimientos similares aporta ya el 10% de la riqueza regional, Cano apuesta por preservar Cala Reona ante la falta de una reserva de suelo para un hotel de baja altura en la ladera de uno de los montes. Y concluye: «Cala Reona está prácticamente virgen aún y está al lado de un parque natural. Si recalificarla es para hacer casas, deben mantener la protección». Antes, un pacto regional Al presidente de los promotores inmobiliarios de la Región, Juan Hernández, lo que más le preocupa son dos cuestiones: una, que se garantice la seguridad jurídica para los propietarios del suelo y quienes pudieran desarrollar proyectos urbanísticos allí; y otra, que haya un debate «sereno y riguroso» para definir un modelo de turismo de calidad para toda la Comunidad. Hernández considera esencial «combinar el respeto a la legislación ambiental con el resto de ámbitos jurídicos». «Si lo previsto para Cala Reona permite esa compatibilidad, que se haga la recalificación en los términos oportunos; y si no la permite, que no se haga», dice. Con esta postura, quiere alejarse tanto de la visión de los promotores como «enemigos del medio ambiente», como de las posturas radicales en contra de la construcción. Esta argumentación le lleva a su segunda preocupación. «Está claro que poner pantallas de hormigón junto al mar es pan para hoy y hambre para mañana. A mí, por ejemplo, no me gusta el modelo de La Manga. El gran problema es que en Murcia se ha exacerbado el debate y hay sectores que no dan alternativas». El promotor pone ejemplos: «A algunos no les vale ni los campos de golf ni los puertos deportivos ni las urbanizaciones asociadas a infraestructuras de calidad. Da igual que sea en la costa o en zonas agrícolas explotadas de forma intensiva con productos químicos. No aceptan nada como turismo de calidad. Por eso, para Cala Reona y el resto del territorio lo primero es buscar un consenso sobre qué definimos como turismo de calidad». Lograr ese pacto implicaría, en este caso, o bien que el Ayuntamiento retirara por ahora su plan o que la Comunidad modifique el documento u opte por fijar reglas nuevas o más concretas. Podría hacerlo, por ejemplo, a través de las Directrices de Ordenación del Litoral, que dejaron Cala Reona en 2004 (al igual que un plan regional de 1995, con el PSOE en el poder) sin protección por su interés «turístico». Dar un grito proteccionista es lo que le pide el responsable de la Comisión de Cuidado del Patrimonio del Colegio de Arquitectos de la Región, Enrique de Andrés. Para este arquitecto, el origen del problema es que hace 15 años se dejó esa playa virgen fuera de Calblanque. «En este tiempo ha habido una desmesura en el urbanismo residencial, y ahora nos arrepentimos y lo pagamos», se lamenta. Por eso, al margen de la legalidad considera que la clave es «si conviene revisar lo heredado, desde el punto de vista del medio ambiente y de un urbanismo responsable que responda a una necesidad social y a una expectativa de generación de riqueza para la Región». Turismo natural Este profesional cree que el ciudadano tiene poca voz ante la Administración y, en casos como éste, se encuentra de sopetón con la decisión tomada. Por eso, pide que, a la vista de la inquietud generada, que reflexione sobre si hay un respaldo ciudadano suficiente para esta recalificación y otras similares en la costa, al margen de la legitimidad electoral de los gobiernos que lo plantean. En su opinión, las casas de esta cala sólo serían accesibles para personas con un poder adquisitivo grande, y ejercerían «una presión más sobre Cablanque» en un entorno ya «saturado». Evitar el «efecto 'zoom'», o sea no fijarse en el detalle sino evaluar la cala dentro de su entorno geográfico amplio, es también lo que demanda Herminio Picazo, decano del Colegio de Biólogos de la Región. Picazo, quien ha elaborado estudios para el Consejo Económico y Social (CES) de la Región, se muestra convencido de que la Comunidad «aplicará en éste y otros casos, como la ordenación de la ribera sur del Mar Menor, su responsabilidad de evaluar los aspectos urbanísticos y de ordenación del territorio desde una perspectiva global». Para él, no basta con establecer zonas del interior de la cala protegidas por su hábitat, su flora o su cercanía a Calblanque o la primera línea de playa. De nuevo, como en una cámara fotográfica, hay que evitar acercarse demasiado y hay que «considerar los valores naturales de Cala Reona en su conjunto». ¿Ampliar Calblanque? El decano de los biólogos añade una postura que ya plasmó en 2006 en un informe el CES: «Las decisiones municipales sobre urbanismo, sobre todo las referidas al entorno ambiental, deben estar supeditadas al interés regional. Y en este caso, ese interés es conservar el paisaje y la ecología para mantener la calidad de vida y poder ofrecer un proyecto turístico diferenciado y de calidad». Esa calidad vendría dada, por ejemplo, por el disfrute de pasear por una zona con un paisaje espectacular, según lo describe el profesor de Ecología de la Universidad de Murcia Miguel Ángel Esteve. «En Cala Reona, que significa cala redonda, hay dunas fósiles, arenales antiguos que parten desde el Parque de Calblanque. Es una formación geomorfológico muy singular que hace de esta cala un trozo de costa muy bonita. El color beis-arenisca da una belleza única», relata. Cuenta de primera mano que él participó en la elaboración del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de Calblanque en 1995, y asegura que Cala Reona se quedó fuera por presiones relacionadas con los propietarios de los terrenos. «Cala Reona tiene, en lo sustancial, los mismos valores de biodiversidad que Calblanque. Tiene una geomorfología perfecta, lo que pasa es que hay zonas degradadas. Pero eso no significa que se deba alterar urbanizando, sino todo lo contrario: se debería actuar en restauración y protección». ¿Intereses familiares? En el área de la cala han sido halados restos arqueológicos de interés, ya que albergó un puerto en época romana. Desde ahí partían hacia Roma minerales de la Sierra de Cartagena y La Unión. «No tiene sentido urbanizar más ese entorno, salvo que queramos cometer otro error o hablemos de que prevalecerán de nuevo otros intereses relacionados con los terrenos», resume Esteve. Esta semana, el PP ha rechazado que la recalificación obedezca a la relación familiar de algunos dueños del suelo con el presidente del PP en Cartagena y de la Asamblea, Francisco Celdrán. Sin embargo, Esteve asegura que en su día sacar Cala Reona de Calblanque obedeció a la influencia de los Celdrán. «La familia Celdrán estaba detrás. Y hay familias que tiene la capacidad de incidir en ámbitos de decisión trascendiendo los partidos y lo regional».
EN UNA FRASE MIGUEL ÁNGEL ESTEVE PROFESOR ECOLOGÍA UNIVERSIDAD DE MURCIA «Tiene los valores de biodiversidad de Calblanque» HERMINIO PICAZO DECANO COLEGIO BIÓLOGOS MURCIA «Estas decisiones deben supeditarse al interés regional» JUAN HERNÁNDEZ PTE. ASOCIACIÓN PROMOTORES MURCIA «Se habla de turismo de calidad sin definirlo antes» ENRIQUE DE ANDRÉS COLEGIO ARQUITECTOS (COMISIÓN PATRIMONIO) «La cuestión no es la legalidad, sino lo ambiental y lo social» JOSÉ MARÍA CANO PRESIDENTE ASOCIACIÓN HOSTETUR «No se plantea un desarrollo turístico, sino residencial» Hostetur defiende la riqueza que genera el turismo de hoteles y no el de segunda vivienda Los promotores rechazan hacer más «pantallas de hormigón», pero piden que les den alternativas

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